Mucho café y buena charla en el MOOCafé LATAM

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Por José Luis Ramos Salinas

El miércoles 19 de febrero a las 16:30 horas de Perú y 222:30 es España iniciamos nuestro Mooc Café un grupo de 7 compañer@s de eduPLEmooc, desde sus propios países: España, Uruguay, Venezuela y Perú.

La iniciativa partió de Carlos Luis Gómez Valderrama (Venezuela), quien además estuvo a cargo de los controles del Hangouts e hizo de un estupendo moderador. Llegamos a confirmar nuestra participación 10 personas, pero al final solo nos conectamos a la hora y día acordados el ya mencionado y Guillermo Correa (Uruguay), Sylvia Fojo (Uruguay), Manuel Oliver (España), Carlos Eduardo Pérez (Venezuela), Omar José Miratía Moncada (Venezuela), quien fue nuestro relator por Twitter y yo: José Luis Ramos Salinas (Perú).

Para hacer ordenada nuestra participación la moderación propuso tres temas que junto con otra información relevante fue organizada en diapositivas a las que todos teníamos acceso, los puntos a tratar fueron: ¿Cómo quisiéramos que fuera nuestro centro educativo?, ¿Cómo creemos que debiera ser una educación del siglo XXI? Y ¿Cómo los centros educativos pueden abrirse a su comunidad?

Previa auto presentación, un@ a un@ íbamos expresando nuestras ideas y con ello nos íbamos conociendo y comprobando que tod@s l@s participantes tenían un alto nivel académico, así como un compromiso para el cambio de la educación de sus respectivas localidades y muchos ánimos para entregar el tiempo y el esfuerzo necesario. Así, fue tremendamente beneficiosa la charla, pues cada intervención nos aclaraba algunas dudas que teníamos o nos ilustraba sobre algún tema que desconocíamos. Además, paralelamente, en el Chat, quien conocía algún recurso bibliográfico o en otro formato que pudiera ayudarnos a profundizar sobre lo que se hablaba en ese momento, colocaba el link respectivo. La idea partió de Omar Miratía y dio tal resultado que al final tod@s grabamos el chat en un archivo para tenerlo a mano cuando necesitemos esos datos.

Creo que a tod@s nos hubiera gustado que en el encuentro sea presencial, al menos yo lo intenté hasta el final pero no conseguí a nadie que se animara finalmente. Me entusiasmaba la idea de fraternizar alrededor de un café mientras a través de las redes intercambiamos opiniones con gente de todo el mundo y con muy diversas formaciones y experiencias. No obstante, debo decir que en nuestro café virtual, algún@s hasta pusimos nuestra taza al costado de la PC, hubo un acercamiento muy intenso, que nos llevó a hablar de nuestra vida personal en algunos momentos y en todo instante la fraternidad y el humor estuvieron presentes.

Para quienes nunca participamos de algo similar nos queda la duda de si estas actividades siempre tienen tanto éxito o fue la disposición de tod@s los que participamos lo que nos permitió tan buenos resultados.

Nuestro moderador desde un inicio nos indicó que estaba transmitiendo en vivo por Youtube, pero pese a ello siempre primó la naturalidad y la espontaneidad; puede que eso le haya quitado algo de rigurosidad académica a nuestra conversación, pero la llenó de sentido, y ya sabemos que los aprendizajes que perduran, son los llamados significativos.

Si alguien se anima a ver el vÍdeo, lo puede hacer desde aquí.

Pero en todo caso paso a sintetizar las ideas que considero fueron las más importantes de nuestra charla.

En primer lugar se hizo evidente que pese a provenir de países diferentes tenemos  problemáticas similares: Uruguay, Venezuela, España y Perú; en lo que respecta a la formación y ejercicio docente, y en las trabas para la transformación de la educación.

Coincidimos en que el problema principal no es el estructural, sino el actitudinal y sobre todo en los docentes, que encuentran siempre razones para oponerse al uso de las nuevas tecnologías y la aplicación de las lógicas que estas implican. Por ello es importante fortalecer la formación docente.

Hubo mucho énfasis en señalar que las TIC por sí mismas no resuelven ningún problema, pues pueden ser usadas para hacer algo exactamente igual a lo que se hacía cuando no se las tenía a mano; o puede usárselas sin cambiar las metodologías ni con el enfoque pedagógico adecuado. Es necesario además demostrar que las TIC pueden resolver problemas reales en nuestro contexto social específico.

En ese sentido las escuelas deben ser flexibles, holísticas, y eliminar toda frontera artificial entre las distintas disciplinas científicas y humanísticas.

Sostuvimos que la educación del siglo XXI debe tener  un componente emocional y otro social, importantes. En ese sentido el arte debe jugar un papel protagónico.

También se señaló que en esta educación nueva que queremos debes estar presentes las propuestas de la cultura libre y de la cultura hacker, en el sentido que el docente y sus estudiantes deben apropiarse de todo aquello que necesiten para una formación acorde con los tiempos, convirtiendo propuestas comerciales en herramientas educativas. Sin duda, esto tiene un correlato político, sobre el cual no hubo tiempo para debatir. Pero tal vez a la próxima, porque tod@s expresaron su deseo de repetir la experiencia.

Dado todo lo dicho, tal vez puede decirse como conclusión general, que la tarea urgente es, más que aprender, desaprender.

Algunas referencias de interés que profundizan lo dicho líneas arriba:

http://juandomingofarnos.wordpress.com/2014/02/19/no-me-guies-solo-escuchame-para-mi-eso-ya-es-mucho-aprendiendo-a-aprender/

http://links.visibli.com/share/RA0zFR

http://goo.gl/juOpku

Algunas fotos tomadas durante la charla

Las diapositivas nos ayudaron a organizar el trabajo.

Las diapositivas nos ayudaron a organizar el trabajo.

Carlos, nuestro moderador.

Carlos, nuestro moderador.

Omar, nuestro relator en Twitter

Omar, nuestro relator en Twitter

El autor de esta nota

El autor de esta nota

AFANIA INTENTA DESCOLGAR EL TELÉFONO MÓVIL

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 Por José Luis Ramos Salinas

Afania es un país como cualquier otro, los avances tecnológicos que se producen en los países más desarrollados, llegan muy pronto a sus centros comerciales, pero no parecen provocar cambios trascendentes en las distintas esferas sociales: la económica, la educativa, la informativa, etc.

Así, los nuevos aparatos de reproducción de video y de audio, los Smart TV y otros se convierten al principio en un lujo y luego en una especie de moda. Los teléfonos móviles y sus sorprendentes posibilidades no escapan de este destino.

La incomprensión de la versatilidad de los teléfonos móviles y su enorme potencial, los convierten en el imaginario social en un juguete costoso, francamente inútil y hasta perjudicial. Pronto se empieza a hablar de enfermedades ligadas al uso de los mismos, y no falta quien extrañe las épocas en las que estos aparatos no existían.

A nivel institucional, el comportamiento parece no ser muy distinto. Se restringe su uso mediante normativas expresas, y cuando no, la opinión pública es la encargada de convertir en un excéntrico o excéntrica a quien quiera sacar el máximo provecho de su Smartphone.

Lo acabado de reseñar es aún más evidente en los colegios, donde se castiga a quien ose llevar un teléfono móvil a clases. Estos dispositivos además marcan una brecha generacional muy profunda entre docentes y estudiantes, pues los primeros rara vez tienen uno y más raro es todavía si saben usar algo más que la opción para llamar y contestar. Así el profesor o profesora ante sus estudiantes, aparece como alguien anclado en el pasado, alguien desfasado del cual no se puede esperar mucho.

Claro que también hay docentes que han comprendido que el teléfono móvil es una herramienta poderosa que puede contribuir mucho en los procesos de enseñanza aprendizaje a su cargo, pero sus demás colegas y los cuerpos directivos del colegio lo ven con recelo, sospechan que en el fondo lo que persigue es trabajar menos, o tomar un contacto más cercano de lo aconsejable con los estudiantes. Estos se dividen en dos grupos frente a tales docentes, hay quienes lo incorporan como parte del grupo y gustosos trabajan con él y sus nuevas metodologías; pero también están quienes lo ven como un invasor en territorios netamente juveniles, como alguien que quiere convertir la diversión en estudio.

Pero a veces pasan cosas inexplicables que dan un giro inesperado en lo que se entiende como el devenir lógico de los acontecimientos. Las nuevas autoridades del Ministerio de Educación, luego de escuchar a expertos y leer documentos de instituciones tan prestigiosas como la UNESCO, se han convencido que el teléfono móvil no es un juguete caro, sino un dispositivo de enorme potencial que puede ser aprovechado para mejorar, ampliar y modernizar (posmodernizar en realidad) la educación. Y lo han dicho con nombre propio, cuando han difundido la directiva en todos los colegios de Afania, donde se pide a los docentes capacitarse primero y utilizar después todas las estrategias y metodologías que conforman lo que han llamado M-Learning.

Conviene entonces recordar, que hace solo 10 años se hablaba de las NTIC (Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación) como un todo, y de las posibilidades de usarlas en los diversos ámbitos del quehacer humano, entre ellos, el de la educación. Hoy, sin embargo, las NTIC se han disgregado en tecnologías más especializadas que responden a diferentes lógicas y usos, y que requieren diferentes soportes de hardware y de software.

En Afania se empieza a comprender que uno de los campos más prometedores es el de la telefonía móvil, cuyo desarrollo ha sido espectacular, tanto por las innovaciones tecnológicas mismas, como por el proceso de convergencia que ha convertido a la comunicación telefónica en solo una de las muchas utilidades de lo que todavía seguimos llamando teléfono móvil o teléfono celular.

Paralelamente, el volumen de ventas de estos dispositivos ha crecido exponencialmente, llegando incluso a sectores sociales en situación de pobreza, algo trascendental, aunque se trate de los equipos denominados de gama baja. Los llamados smartphones o teléfonos inteligentes, que permiten un sinnúmero de aplicaciones, también han empezado a aumentar sus ventas de manera significativa, por lo que no pueden ser ya considerados como de uso exclusivo de una élite económica.

Esta es la situación actual en Afania, como en muchos otros países. Algunos docentes se han mostrado reacios al cambio, otros lo han aceptado con resignación pensando en todo lo que tendrán que aprender, pero otros por el contrario se han llenado de entusiasmo y quieren colaborar elaborando un proyecto de M-Learning para aplicar en el aula y que sea replicable fácilmente en los miles de colegios que existen en este país que por fin ha decidido colocarse a la vanguardia mundial en lo que es la educación basada en nuevas tecnologías.

Mi infografía de Curadoría digital

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Por: José Luis Ramos Salinas

Hay total consenso sobre la necesidad de aplicar diversos filtros a la abundancia de información existente en la red, con diversos fines: eliminar todo lo que puede significar ruido a los intereses y objetivos que tengamos en ese momento; elegir información actualizada y relevante; seleccionar a las mejores fuentes y sus mejores productos; establecer repositorios digitales con información válida, interesante y de utilidad sobre algún tema en específico; y un largo etc.

Es en este último caso donde la denominada curadoría digital juega un papel predominante. Es decir, la actividad consistente en navegar en un mar de información, para seleccionar, ordenar, difundir y compartir, la información que el curador considere más importante (1), y esto en base a los criterios que él mismo se haya establecido como eje de su trabajo.

Antes de pasar a la utilidad de la curadoría digital en el trabajo en el aula. Observemos la siguiente infografía:

Elaboración propia en Easelly

Elaboración propia en Easelly

Como se puede apreciar, es el proceso de filtrar la información el que ocupa un lugar central en todo el proceso de curadoría digital. ¿De dónde viene la información que deberemos filtrar? En realidad puede venir de cualquier parte, pero sobre todo de la Web, las redes sociales, las fuentes RSS y de otros curadores, en este último caso se trataría de filtrar algo que ya ha sido filtrado.

El proceso de filtrado lleva implícito el proceso de valoración sin el cual no es posible, y este proceso implica un conjunto de habilidades y experiencias por parte del curador. A este conjunto le estamos llamando conocimientos previos. Esto es muy importante, porque nos está diciendo que no cualquier persona puede ser un curador eficaz y eficiente. Debe ser alguien con ciertos conocimientos acerca del tema o los temas sobre los cuales va a seleccionar información. A mayor cantidad de conocimientos, la calidad de la información filtrada será mayor.

No basta seleccionar la información

No basta seleccionar la información

Pero el curador no solo debe deshacerse de la información irrelevante o de validez dudosa, sino que debe seleccionar la que pase el filtro. Este proceso de selección implica un nivel de organización de la información, que puede usar como criterios, los tipos de fuentes, la profundidad con que se trata el tema, el tema mismo u otros que considere convenientes el curador.

Pero hasta aquí, el proceso sería equivalente al de recibir libros de diversa calidad y elegir a los mejores y colocarlos en los estantes que corresponda. Y eso no es suficiente para hablar de curadoría digital. Falta algo fundamental y es el hecho de que el curador debe comentar cada información seleccionada, de manera tal que quien acceda a ella, pueda tener una mejor idea acerca de lo que tiene frente así. Estos comentarios pueden ser tags o etiquetas, o responder a fines más específicos o incluso a consignas si la curación se hizo dirigida a un grupo definido de antemano.

En esta etapa es necesario que el curador intente que su trabaja se conozca lo más posible, pues se entiende que quienes tengan acceso a él se verán beneficiados. Es imprescindible entonces elegir los canales a través de los cuales se hará la difusión y promoción. Puede ser el correo electrónico, los blogs, o las redes sociales. Es importante elegir canales que permitan a quienes tengan contacto con la información seleccionada, comentar acerca del trabajo del curador; lo que lo animará a seguir trabajando o probablemente descubra falencias en su actividad que deberá llenar o corregir en adelante.

De otro lado, conectarse con gente que haga el mismo trabajo de curadoría sobre temas afines sería una manera de potencializar sus resultados, constituyéndose en una red de curadores, desde donde pueda desarrollarse el aprendizaje colaborativo y la inteligencia en red.

Todos estos procesos de elegir el canal, difundir, promocionar, retroalimentarse y crear redes, es a lo que podríamos llamar: compartir, palabra clave en la curadoría digital, y que a final de cuentas hace evidente que esta actividad consiste en recibir abundante información y dar menos información pero enriquecida.

La Curadoría en el Aula

Como ya se habrá podido adivinar, la curadoría digital es de extrema utilidad en el aula. Pensemos nada más que alrededor del 80% de toda la información que circula en la red es considerada “basura”, por ser irrelevante, dañina o porque simplemente no es confiable en cuanto a lo que se dice o afirma.

Enviar a nuestr@s estudiantes a ese mar de información contaminado, a menudo puede resultar contra producente. Cuan útil sería entonces enviarlos a un lago de información que haya sido creado por nosotr@s previamente. Es decir, nuestr@s estudiantes buscarán la información que necesiten en un conjunto de fuentes previamente valoradas y seleccionadas por nosotros; así se evitará la pérdida de tiempo y los peligros de encontrar radioactividad cuando buscábamos flores.

Pero no siempre l@s estudiantes tendrán la posibilidad de sumergirse en aguas tratadas con anterioridad por un curador, así que se hace imprescindible que ellos mismos se vayan convirtiendo poco a poco en curadores de contenidos. Ya habíamos dicho que el curador necesita conocimientos previos, por lo que su formación como tales les demandará un tiempo, pero hay que empezar en algún momento y cuanto antes, mejor.

Así, la adquisición de las habilidades necesarias para ser un buen curador, debe ser una preocupación de los currículos académicos en todos los niveles de educación. Por supuesto las exigencias serán diferentes en primaria que en la universidad, pero el proceso es básicamente el mismo.

Una vez adquiridas estas habilidades se hará un hábito que antes de utilizar alguna información, esta sea valorada y finalmente seleccionada o descartada. De esta forma la calidad de los trabajos que se encarguen a l@s estudiantes mejorará notoriamente.

La Infografía

Todo lo dicho hasta aquí hemos querido sintetizarlo en la infografía que hemos presentado; y cuya elaboración nos parece interesante reseñar por varias razones.

Sabemos que Internet tiene entre una de sus características más importantes el uso de los formatos multimedia (2), es decir, que contiene textos, íconos, viñetas, imágenes fijas, vídeo, animaciones, audio, paseos virtuales, y entre otros medios, infografías.

Este medio está teniendo últimamente gran presencia en la Web (3), y no por tratarse de una moda, sino por su gran utilidad, al ser capaz de trasmitir conceptos complejos o tendencias, de una manera muy sucinta, sencilla, pero al mismo tiempo impactante y contundente. Además convierte en sencillo lo complejo y en fácil lo difícil. A esto hay que añadirle que es relativamente simple dotarla de vistosidad, estética y hasta de cierto glamour al más puro estilo publicitario.

Con lo acabado de decir se entenderá perfectamente la conveniencia de utilizarlas en el desarrollo de los cursos que tengamos a nuestro cargo. De esta manera, a través de infografías, nuestr@s estudiantes podrán comprender mejor lo que queramos explicarles.

Pero también se puede intentar el proceso inverso, es decir, que sean l@s alumn@s quienes elaboren las infografías en base a lo explicado en clase o a partir de un conjunto de documentos que se les entregue. En este caso su utilidad queda explícita por el hecho que no se puede hacer infografías de algo que no se ha comprendido profundamente. La infografía requiere entender a cabalidad el proceso que se pretende representar con un gráfico. Así, quien presente una buena infografía, será porque ha logrado internalizar los conceptos y procesos que pretendíamos con la lección de la que se trate.

Si nos animamos por utilizarlas hay un número importante de aplicaciones gratuitas en línea que nos permiten elaborar infografías. Cada una tiene sus propias particularidades y se especializa en estilos específicos de infografías; por lo que a diferencia de otras tecnologías que lo recomendable es elegir a la que nos haga sentir más a gusto, en este caso me parece que lo ideal es manejar varias de estas herramientas, para que usemos la precisa cada que tengamos que enfrentarnos al reto de realizar una infografía.

En ese sentido, me parece que narrar mi experiencia en la elaboración de la infografía que inserté párrafos arriba, puede revestir cierta importancia.

El esquema básico de mi infografía nace en mi mente y lo mejoro con lápiz y papel. Sin sentir que está totalmente acabado, sino que se enriquecerá en el proceso mismo de elaboración de la infografía, empiezo a utilizar Infogr.am sin lograr encontrar la forma de plasmar aquello que tenía previsto. Dicha herramienta no me estaba siendo útil por lo que pasé a probar Visual.ly la que resultó igual de inútil para mis objetivos. En vano intenté encontrar la forma de hacer lo que deseaba. Me decidí entonces por Easelly, siendo la decisión correcta; pronto encontré la plantilla que se adecuaba a mi idea y gracias a sus herramientas intuitivas de edición en no mucho tiempo tenía mi infografía acabada. Viéndola y comparándola con la que hice en papel, tenían diferencias notorias, pero la idea básica funcionaba bien en ambas, y creo que el proceso de digitalización de la misma implicó una mejora sustancial en su aspecto visual y aún en el conceptual.

Aquí pueden apreciar un tutorial en video sobre el uso de easel.ly:

Resumiendo, tanto la curadoría digital como la elaboración de infografías resultan sumamente útiles para el docente en su aula, tanto para utilizarlas como herramientas para mejorar su trabajo; como su implementación como parte de las actividades que l@s estudiantes deben realizar dentro de los procesos de enseñanza-aprendizaje que corresponden a cada uno de los niveles de la educación.

Referencias

(1) Carrió, Jordi. En qué consiste el trabajo del curador de contenidos. Disponible en: http://blog.jocaja.com/articulos/en-que-consiste-el-trabajo-de-curador-de-contenidos/

(2) Wikipedia. Multimedia (entrada) disponible en: http://es.wikipedia.org/wiki/Multimedia

(3) López, Juan. Infografías y herramientas para elaborarlas, disponible en: http://www.eduteka.org/modulos/4/379/

 

M-LEARNING

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Por José Luis Ramos Salinas

Hace solo 10 años se hablaba de las NTIC (Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación) como un todo, y de las posibilidades de usarlas en los diversos ámbitos del quehacer humano, entre ellos, el de la educación. Hoy, sin embargo, las NTIC se han disgregado en tecnologías más especializadas que responden a diferentes lógicas y usos, y que requieren diferentes soportes de hardware y de software.

Uno de los campos más prometedores es el de la telefonía móvil, cuyo desarrollo ha sido espectacular, tanto por las innovaciones tecnológicas mismas, como por el proceso de convergencia que ha convertido a la comunicación telefónica en solo una de las muchas utilidades de lo que todavía seguimos llamando teléfono móvil o teléfono celular.

Paralelamente, el volumen de ventas de estos dispositivos ha crecido exponencialmente, llegando incluso a sectores sociales en situación de pobreza, algo trascendental, aunque se trate de los equipos denominados de gama baja. Los llamados smartphones o teléfonos inteligentes, que permiten un sinnúmero de aplicaciones, también han empezado a aumentar sus ventas de manera significativa, por lo que no pueden ser ya considerados como de uso exclusivo de una élite económica.

Es este contexto el que me motivó a elegir el tema “M-Learning”, para el desarrollo de un proyecto de aplicación de esta tecnología en el aula, a ser trabajado con la comunidad de aprendizaje que se ha formado en torno a él.

A esto se suma que mi desempeño docente se desarrolla en el nivel universitario, el que considero ideal para la aplicación de los teléfonos móviles como complemento de los procesos de enseñanza-aprendizaje que se imparten de manera presencial. Existe un número considerable de estudiantes de mi universidad que posee un Smartphone, y de otro lado, hay una oferta comercial de estos teléfonos a precios alcanzables, aunque a costa de algunas limitaciones en el hardware: memoria, velocidad de proceso y otras, pero que no son determinantes para los fines que perseguiríamos.

De otro lado en mi universidad se utiliza desde hace algunos años el Moodle y más recientemente, vari@s profesor@s han incluido dentro de las herramientas que utilizan para desarrollar sus asignaturas, al Facebook y al Youtube.

Por todo esto, considero que sería ideal apoyar todos estos procesos con la utilización del teléfono móvil, o para decirlo ya más precisamente con  el desarrollo de un proyecto M-learning.

Somos conscientes, que en su acepción más general el M-Learning incluye al IPad y a las tablets; pero su popularización es mucho menor que de los samrtphones.

Todo proyecto, sobre todo uno como este, que no tiene referentes anteriores, al menos en mi universidad, parte por la recopilación de información básica, así como la ayuda de expertos que también proporcionarán información actualizada y relevante. En ese sentido propongo a

Santi Caballé (@santicaballe), profesor del departamento de Estudis d’Informàtica, Multimèdia i Telecomunicació de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), quien es un referente en la materia. También considero que sería de gran ayuda convertirse en seguidor de Silvia Martín (@Silvia_TIC), coordinadora del Observatorio Scopeo de Formación en Red, que tiene como uno de los temas que trabaja, precisamente el M-learning. Otro especialista que nos resulta de gran interés es Pere Marquès (@peremarques), director del Grup de Recerca DIM (Didàctica, Innovació i Multimedia) de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). Así como RJ Jacquez (@rjacquez), consultor para M-learning.

Como fuentes institucionales, que recopilan y producen información valiosa sobre el M-learning, y uno puede suscribirse gratuitamente a su Newsletter, he elegido a: http://scopeo.usal.es/ y http://www.m-learning.org/

Infoxicación y docencia

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Por José Luis Ramos Salinas

En la actualidad me desempeño como profesor universitario, así que es desde esa perspectiva que voy a plantearme el problema de la infoxicación, la gestión de la información por parte de l@s estudiantes, y el papel que los docentes podemos jugar en todo ello.

Cuando Internet no era aún una realidad indiscutible, sino una alternativa o incluso una posibilidad; sus defensores señalaban como una de sus mayores virtudes la gran y variada información que podía contener (1); de hecho en aquellos años se le solía llamar la superautopista de la información. Hoy en día, esa virtud parece haberse transformado en un grave defecto, a veces en una pesadilla: la cantidad de información que circula por Internet es tan grande que se habla incluso de infoxicación, que no vendría a ser otra cosa que los efectos dañinos de tener demasiada información al alcance (2). Nótese, sin embargo, que hasta aquí solo hemos señalado cantidad y sería necesario hablar también de calidad. Las opiniones más optimistas indican que de toda la información que circula en Internet solo el 30% tiene el valor suficiente para ser considerada realmente útil, el 70% restante es basura. Con eso, el problema se complica más, no solo estamos siendo aplastados por abundante información, sino que ella en su mayor parte es inservible. Siendo la paja mucho más que los granos, éstos se hacen difíciles de ubicar y más difícil es, todavía, regresar a ellos (3).

Esto aún puede hacerse más complejo, si tenemos en cuenta que no toda la información relevante está en Internet, y si lo está, no es accesible para el público en general, sino para quienes debido a su posición de poder económico, político o académico, cuentan con los accesos respectivos (4).

No toda la información está al alcance de tod@s

No toda la información está al alcance de tod@s

Resumiendo hasta aquí: hay mucha más información de la que podemos consumir, pero la mayoría de la misma es inservible; y hay información valiosa que nos resulta inalcanzable.

No obstante l@s estudiantes universitari@s no parecen estar conscientes de este problema. Ell@s ven en la superabundancia de información una fuente inagotable y de fácil acceso para resolver las actividades de su vida académica. Si en alguna búsqueda el resultado fuera: «ninguna página encontrada», entonces sí sentirían que hay un inconveniente, mientras el listado incluya decenas, cientos y miles de páginas sentirán que todo va de maravilla. No son conscientes que en esa superabundancia se pierden las joyas en medio de la bagatela, y que a menudo sus productos académicos son muy pobres, y esto seguramente se debe, en muchos casos,  a la pésima selección de fuentes que realizan, que los llevan a citar «documentos basura».

Tremendo problema cuando el problema ni siquiera es visto como tal. Si no se visibilizan los problemas nadie piensa en una solución para ellos. Este es el caso que en mi labor como profesor universitario me ha tocado comprobar.

Entonces, el papel del docente empieza por dos cosas, en primer lugar, impidiendo que se busque sin ton ni son, y para ello es el profesor el que debe seleccionar las fuentes con las que se debe trabajar. Estoy pensando en algo como el webquest (5).

webquest1

En segundo lugar, se deben subir las exigencias respecto a la calidad de las fuentes y rechazar una y otra vez los trabajos que hagan una mala selección de fuentes hasta que l@s estudiantes se pregunten: ¿de dónde sacamos la información entonces? Cuando se planteen esa pregunta ya habrán entendido que se necesita llegar al 30% del que hablábamos antes; y simultáneamente habrán comprendido que el otro 70% resulta un problema porque dificulta el hallazgo de los granos. Es decir, ya habrán tomado conciencia de lo dañino de la infoxicación.

A partir de esta toma de conciencia, se hará evidente la necesidad del manejo de herramientas y tecnologías informáticas que nos permitan primero llegar a ese 30% y luego organizarlo de acuerdo a nuestras motivaciones y prioridades, de manera tal que podamos acceder a lo que necesitemos en cualquier momento y con un mínimo de inversión de tiempo y de esfuerzo.

Aquí chocamos con otro problema. Hace unos quinquenios era totalmente claro que quien no sabía cómo usar una computadora primero, y luego, como navegar en Internet; estaba en una situación de falencia bastante grave. Había que aprender, no había discusión sobre ello.

Ahora, en cambio, hay una complacencia respecto a los conocimientos adquiridos, que nos impiden ver que son absolutamente precarios. En mi realidad universitaria, l@s estudiantes que manejan una cuenta de correo electrónico, que hacen búsquedas con Google y navegan en la Web, que tienen una cuenta en Facebook y usan con frecuencia el Youtube, sienten que están en el pináculo tecnológico. No advierten siquiera, que no usan ni la mitad de las prestaciones de estas tecnologías que aparente dominan; menos son conscientes que hay muchas otras y que no son cosa de frikis, sino de urgente aprendizaje, dominio y utilización para la mejora de su formación académica.

Hacer evidente, en primer lugar, la pobreza tecnológica de l@s estudiantes; y en segundo lugar la riqueza que está esperando por ell@s; es la otra tarea que se esperaría de los docentes.

En este punto ya tenemos que decir algo, que puede ser un obstáculo insalvable. Much@s de l@s docentes, están en las mismas o peores condiciones que sus estudiantes.

Regresando a la abundancia de información, precisemos que esta puede ser basura (inútil para tod@s) o poco relevante para nosotr@s, o incompleta o simplemente de una calidad no aceptable para los fines específicos que persigamos en ese momento.

De lo que se trata, entonces, es de que estudiantes y docentes sean lo suficientemente competentes para convertir la información existente en Internet en la virtud que era. Si somos capaces de separar la paja del grano, habremos logrado este objetivo.

Entonces la gestión de la información no es hoy en día una moda ni una aspiración, sino una necesidad urgente, sin cuyo dominio, no tendrá sentido circular por la superautopista de la información (6).

Lo primera manera de enfrentarse a la sobre carga informativa es a través de una buena búsqueda. Sin duda Google Search sigue siendo el motor más interesante. En mi experiencia, he obtenido muchos mejores resultados cuando he utilizado sus opciones de búsquedas especializadas como Libros, Académico, Noticias, etc. Por la naturaleza de mi trabajo la información que requiero debe tener rigor científico y en ese sentido me son útiles los motores internos de los repositorios de artículos académicos como Scielo y de Redalyc, sobre todo este último que permite una aplicación específica en dispositivos móviles.

Pero la búsqueda no lo es todo, una vez encontrado algo importante lo guardo en Pocket o en Delicious según los siguientes criterios: si es información sobre un tema que estoy trabajando pero que no necesitaré después, utilizo Pocket; pero si se trata de información que quisiera tenerla siempre a mi alcance, entonces uso Delicious.

De otro lado, por ser la sociología el campo en el que me desempeño, necesito estar al día con la coyuntura política, económica, social, etc. Para ello utilizo Pulse, que me permite seleccionar las fuentes de información por temas y revisarlas desde mi teléfono móvil.

Pulse-News-stats

Si hablamos ya de como implementar estas herramientas de gestión en el aula, hay que añadir la que l@s estudiantes ya utilizan, es decir: correo electrónico, Facebook y Youtube; añadiendo una más, que a mi parecer es indispensable: Twitter. Y dado de que mi centro de estudios cuenta con su plataforma Moodle, también la incorporaríamos.

Seamos más precisos. Ya hemos explicado que el punto de partida denota una serie de inconvenientes, así que empecemos de lo básico. Aprender a buscar.

Se optaría por proponer un tema común a l@s estudiantes, de manera tal que la calidad de lo encontrado pueda ser comparada con los hallazgos de l@s compañer@s. Se les instruiría sobre las herramientas de búsqueda de Google, así como la manera de usar Twitter para obtener información relevante recomendada por expertos. A fin de que la información recolectada pueda ser revisada y compartida se les pediría que utilicen Scoopit

scoopit

Se haría hincapié que dos de las potencialidades de Internet son: su formato multimedia y su carácter interactivo, por lo que se les exigiría que entre sus hallazgos haya textos, infografías, vídeos, imágenes y audios. Así como que a lo largo de su búsqueda vayan dejando comentarios donde sea posible y valoren cuando esté disponible esa opción.

Cuando la información válida obtenida sea suficiente, se les pedirá una monografía, un ensayo, un reportaje o lo que más convenga, que deberán publicar en su blog, y en base a ello elaborar una presentación en alguna herramienta que permita publicarla en la Web.

Finalmente, todas las URL producidas deberán ser sugeridas como enlaces interesantes en sus cuentas de Facebook y de Twitter.

Finalmente, a manera de conclusión podemos sintetizar que no se ha tomado conciencia de la poca calidad de la mayoría de la información que circula por Internet; por tanto no se concibe la infoxicación como un problema. De otro lado, hay una carencia generalizada en el manejo de tecnologías y desconocimiento de todo lo que está disponible. Tan tétrico panorama, sin embargo, puede ser revertido, sin mayor inversión, pero eso sí, con convencimiento primero, y entusiasmo, después.

REFERENCIAS

(1) Suárez, M. (1998) De profanos a informados en Internet. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=28329111

(2) Márquez, I. (2010) Sísifo en la era de la información. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=199514908031

(3) Eco, H. (1996) Eco sobre Internet y otras hierbas (Entrevista). Disponible en: http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL000351.pdf

(4) Wikipedia. Internet profunda. Disponible en: http://es.wikipedia.org/wiki/Internet_profunda

(5) Lara, L y Ch. Repáraz. (2007) Eficacia de la WebQuest para el aprendizaje cooperativo. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=293121946012

(6) Jiménes, J. (2000) Renovación del metadato en Internet para la recuperación de la información. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=16108602